6 sept 2013

Come on and sparkle my city, baby.



















































































"All this time i was founding myself and i didn't know i was lost".


Somos tan distintos. Somos como el agua y el aceite. Intentan juntarse, una y otra vez. Se fragmentan en mil pedacitos ellos mismos para intentar llegar al otro, pero al final, no pueden estar juntos. Se quedan uno al lado del otro, observando la fina linea que les separa, y aunque piensan que así están bien, que es suficiente, no llega a serlo. Siempre estarán cada uno por su lado. Cada uno con sus propiedades y sus cosas.

¿Entonces por qué siguen intentando juntarse si es químicamente imposible? Quizás porque lo imposible siempre crea curiosidad y desafío,  pero no llega más allá. Pueden pretender por toda la vida que están juntos, que son uno solo. Pero si lo miras desde fuera, verás que están separados.
Y ya sabes, una imagen vale más que mil palabras.

Conclusión: Si algo está destinado a ser, será. Si no, no será.


No hay comentarios:

Publicar un comentario